Visualiza y comparte el siguiente video para conocer mas sobre la Anemia de Fanconi, enfermedad minoritaria a que afecta a 1 de cada 500.000 personas.
https://www.youtube.com/watch?v=nRBeybdksmY
La anemia de Fanconi que se manifiesta principalmente en niños a través de anemias y episodios infecciosos y hemorrágicos que suelen ser persistentes y severos. La causa por la cual aparecen estos síntomas es la desaparición progresiva de las células sanguíneas que participan en estos procesos, los enfermos de anemia de Fanconi poseen también una elevada predisposición al cáncer, principalmente leucemias.
En España se sospecha que existen alrededor de cien familias afectadas. Con frecuencia el drama familiar asociado a la enfermedad se agudiza por el desconocimiento de la misma. El tratamiento de elección para los pacientes con anemia de Fanconi es el transplante de médula ósea a partir de un donante familiar compatible. No obstante, las probabilidades de que un miembro de la familia del enfermo sea histocompatible con este son pequeñas.
 ¿ CÓMO SE MANIFIESTA Y SE DIAGNOSTICA LA ENFERMEDAD ? 
Los científicos opinan que  un número relativamente elevado de pacientes con anemia de Fanconi (AF) no es  diagnosticado. Algunos bebés son  diagnosticados al nacer. Otros niños llegan a adultos antes de que se descubra  que están afectados. 
Síntomas y signos característicos de esta enfermedad sean mejor conocidos.
Síntomas y signos característicos de esta enfermedad sean mejor conocidos.
1. Defectos  aparentes en el nacimiento
Entre los  problemas de nacimiento más frecuentes se encuentran:
- Baja estatura:
 
Esta  característica es común y muy llamativa. Más del 50% de los pacientes AF están  por debajo del tercer percentil de altura.
- Anomalías del pulgar y el brazo:
 
La enfermedad AF  se puede sospechar cuando un bebé nace con los pulgares deformes, sin ellos, con  algún pulgar extra, con un desarrollo incompleto del radio o sin él. 
- Anomalías adicionales del esqueleto:
 
Alrededor de uno  de cada cinco pacientes AF sufren de una amplia gama de defectos del esqueleto,  como anormalidades congénitas de la cadera ó malformaciones espinales. 
- Problemas renales:
 
Algunos pacientes  AF nacen sin un riñón, o con riñones deformes ó fusionados. Aproximadamente uno  de cada cuatro pacientes tienen estos problemas que se conocen como  “malformaciones renales estructurales”. 
- Decoloración de la piel:
 
- Cabeza y ojos pequeños.
 - Bajo peso al nacer.
 - Problemas de corazón:
 
Algunos pacientes  AF nacen con defectos coronarios, normalmente en tejidos que separan las  cavidades del corazón. 
- Anormalidades del sistema gastrointestinal:
 
Algunos pacientes  nacen necesitando cirugía inmediata para corregir problemas de estómago, esófago  o tracto intestinal.
2. Rotura de  cromosomas y otras pruebas 
La prueba  recomendada para confirmar un diagnóstico de AF tiene como fundamento la toma de  una pequeña muestra de sangre del paciente y el tratamiento de los linfocitos  del mismo con agentes químicos que producen entrecruzamientos en las cadenas del  ADN, tales como el diepoxibutano (DEB) o la mitomicina C (MMC). En estas  condiciones, los cromosomas de pacientes AF se rompen, originando formas  características de la enfermedad. Los cromosomas de células normales son más  estables. Si los resultados de roturas cromosómicas son negativos pero el  paciente manifiesta otros síntomas de AF, puede resultar conveniente realizar  pruebas complementarias sobre fibroblastos de piel. 
A partir de las  muestras de sangre los científicos pueden realizar también estudios que permitan  identificar el gen que es responsable de la enfermedad del paciente, así como  también caracterizar las mutaciones implicadas en la enfermedad, siempre y  cuando el gen defectivo haya sido ya descubierto. 
Mediante estas  pruebas, científicos especializados y debidamente equipados pueden confirmar la  sospecha de que un determinado paciente posea la enfermedad de AF. Es  absolutamente esencial establecer el diagnóstico de AF basado en estas pruebas,  ya que las características clínicas de muchas enfermedades se parecen mucho a  AF. 
Los hermanos de  los pacientes AF también deben también someterse a una o más de estas pruebas,  tanto para descartar su enfermedad como para que sean considerados como un  posible donante del hermano enfermo. Si la familia está considerando un  transplante de médula ósea de un miembro de la familia, es crucial que los  donantes potenciales se hagan la prueba de rotura de cromosomas, así como la de  compatibilidad de tejidos. 
El diagnóstico de  AF puede ser realizado incluso antes del nacimiento. Este diagnóstico se puede  hacer mediante biopsia corial, que se hace entre la semana 10 y 12 de  gestación, o mediante amniocentesis, que se suele hacer entre la  semana  15 y 17 de gestación. 
3. Problemas  hematológicos del paciente con anemia de Fanconi 
En un importante  número de pacientes, el primer signo de AF es la aparición de anemia aplásica,  una condición de fallo medular para producir suficientes glóbulos rojos, blancos  o plaquetas. 
Fallo  Medular Cuando la médula del paciente AF no funciona correctamente, la producción de células sanguíneas baja de manera significativa, pudiendo aparecer una serie de circunstancias hematológicas. Estas son:
Anemia: Puesto que los glóbulos rojos son los encargados del transporte de oxígeno, el déficit de estas células conlleva a una disminución en la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos. Como consecuencia, el paciente experimenta decaimiento, fatiga, y una visible palidez. La carencia de glóbulos rojos es conocida como anemia.
Infección: Cuando el cuerpo carece de la cantidad adecuada de glóbulos blancos, el paciente puede quedar extremadamente vulnerable a los gérmenes comunes. La fiebre suele ser el primer signo de una infección seria. El término médico para un bajo número de glóbulos blancos es el de leucopenia. El paciente AF suele tener deficiencias de una clase determinada de glóbulos blancos llamados neutrófilos, que son necesarios para combatir infecciones bacterianas. Esta condición se llama neutropenia.
Hemorragia: Las plaquetas ayudan a parar el sangrado de las heridas. Un recuento bajo de plaquetas facilita la aparición de hematomas y algunas veces hemorragias internas que pueden ser peligrosas. En ocasiones esta circunstancia se puede detectar por la aparición de petequias, pequeños puntos rojos que son el resultado de hemorragias espontáneas de minúsculos vasos sanguíneos bajo la piel.
El término médico para un nivel anormalmente bajo de plaquetas es el de trombocitopenia. En muchos pacientes AF, el primero de los tres tipos principales de células sanguíneas en mostrar un descenso significativo es el de las plaquetas. Cuando la reducción de recuentos se manifiesta en los tres tipos de células sanguíneas, la situación se describe como pancitopenia. Otra forma de describir esta situación es anemia aplásica.
¿Cuándo aparece la  Anemia Aplásica en AF?
Nadie puede  predecir cuándo se va a producir el fallo medular en pacientes AF. La edad media  suele ser hacia los 7 años. Muchos niños comienzan a tener síntomas de fallo  medular entre los 3 y los 12 años. Al menos el 10% de los casos fueron  diagnosticados después de los 16, existiendo algunos individuos que fueron  diagnosticados por encima de la edad de 40 años.  Unos pocos pacientes diagnosticados e identificados por la prueba de rotura de cromosomas no tienen problemas sanguíneos, ni físicos, en su tercera década de vida. Por tanto, AF no es una enfermedad exclusiva de la infancia.
Mielodisplasias y leucemias:
En un algunos casos, el diagnóstico de AF se realiza cuando el paciente ha desarrollado lo que se conoce como síndrome mielodisplásico. Este término describe una diferenciación anormal en las células responsables de producir los glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Algunas veces el síndrome mielodisplásico progresa hacia una leucemia, generalmente de células mieloides.
Los pacientes AF desarrollan con frecuencia “clones” anormales que se pueden detectar por estudios de sus aspiraciones medulares. Una anormalidad clonal es un cambio en la estructura o en el número de cromosomas de ciertas células de la médula ósea.
El significado de  una anormalidad clonal en pacientes AF no está completamente claro. Algunos  clones pueden desaparecer, o ser reemplazados por clones anormales diferentes.  Pacientes AF con clones anormales han permanecido estables durante años, y no  han progresado hacia la leucemia. No obstante, la existencia de anomalías en  determinados cromosomas están mostrando tener un carácter predictivo en la  evolución leucemogénica de algunos pacientes. Así, muchos investigadores están  de acuerdo en que la presencia de determinados clones anormales o de múltiples  clones anormales puede indicar una evolución agresiva de la enfermedad,  sugiriendo entonces la conveniencia de realizar una monitorización más  frecuente, y probablemente un tratamiento agresivo contra la enfermedad.
En estos casos, el  trasplante de médula ósea puede necesitarse con inmediatez, por lo que la  búsqueda de un donante histocompatible debe realizarse con suficiente premura,  ya que ésta puede durar meses, y la progresión de la enfermedad puede ser  rápida. 
¿Qué se aprende  del recuento de células sanguíneas de un paciente AF? 
El recuento de  células sanguíneas revelará el contenido de glóbulos rojos, glóbulos blancos y  plaquetas. Este análisis también muestra el porcentaje relativo de los  diferentes tipos de glóbulos blancos presentes en la sangre. Los granulocitos, y en particular los granulocitos neutrófilos luchan contra las infecciones  bacterianas principalmente. En cooperación con otras células también juegan un  importante papel en el control de infecciones fúngicas. Los linfocitos son cruciales en el control de la respuesta inmune, por lo que son importantes  ante cualquier tipo de infección y también juegan un papel destacado en el  control de las células tumorales.
Un dato importante  es el ANC (Absolute Neutrophil Count ó Recuento Absoluto de Neutrófilos). Este  valor se determina multiplicando el porcentaje de neutrófilos (maduros e  inmaduros) por el número total de glóbulos blancos. Su valor normal es de  alrededor de 2.000. Podría estar entre 500 y 1.000 para combatir una infección  bacteriana adecuadamente. 
Mediante el  recuento de células totales, su médico puede ver también el tamaño de las  células sanguíneas, así como el número de nuevas células en desarrollo. Alguna  de esta información adicional puede ser importante para decidir cuándo y cómo  tratar aspectos de este desorden.
Muchos padres han  notado que una infección vírica o bacteriana puede causar una caída considerable  en el recuento de células sanguíneas de sus hijos. Muy frecuentemente, los  valores se recuperan al cabo de unas semanas o incluso meses. No obstante,  puesto que las infecciones pueden ser destructivas para la vulnerable médula de  los pacientes AF,  muchos médicos tratan las infecciones pronto y de una forma  agresiva. Además de las inmunizaciones habituales de la infancia, muchos médicos  recomiendan vacunas para prevenir la varicela, que es devastadora para la médula  de los pacientes AF, y la hepatitis B, porque los pacientes AF  pueden necesitar  transfusiones de sangre. Este es un tópico a discutir con su propio médico.
Aspiración medular y biopsia
Para realizar el  diagnóstico de anemia aplásica, los médicos no se basan sólo en el recuento de  células sanguíneas. También realizan una aspiración medular o una  biopsia medular, para tener más certeza en el diagnóstico y evolución de la  enfermedad.
La aspiración de  la médula ósea se basa en insertar una aguja en una cavidad ósea, con objeto de  extraer una pequeña muestra de su médula ósea. Mediante el examen microscopio,  la existencia de una anemia aplásica severa se confirma a través de la presencia  de pocas células sanguíneas en la muestra. Las aspiraciones medulares de usan  para examinar los tipos de células de la médula y también permiten realizar  estudios citogenéticos para realizar predicciones de la evolución de la  enfermedad. 
La biopsia medular  en un proceso en el cual se inserta una aguja en el hueso y se extrae una  pequeña porción de hueso que contiene médula. Es de gran ayuda para saber  exactamente cuántas células están presentes en la médula. También es muy útil  para determinar si las células tienen una forma o tamaño anormales.   
      4.  Problemas posteriores que puede afectar a pacientes AF
- Anomalías sexuales:
 
Las mujeres tienen  con frecuencia retrasos de los comienzos de sus periodos menstruales, periodos  irregulares y una menor fertilidad. La menopausia aparece antes, a veces en la  década de los 30.
Los varones suelen  tener poco desarrollados los órganos sexuales, y pueden tener menor producción  de esperma y fertilidad.
- Tumores malignos sólidos:
 
Los pacientes AF,  especialmente los mayores de 20 años, tienen un alto riesgo de desarrollar  cáncer en la cabeza, cuello y esófago. Las mujeres tienen un alto riesgo de  desarrollar cánceres en el sistema reproductivo. Estos riesgos están presentes  incluso en pacientes que han superado transplantes de médula ósea. Los tumores  en la boca comienzan con pequeñas úlceras, áreas irritadas o placas blanquecinas  o rojizas, que deben ser vigilados, y en su caso tratadas sin demora.
¿Qué tratamientos  existen para las complicaciones medulares de los pacientes AF? No hay una  respuesta simple para esta pregunta. El tratamiento con andrógenos, factores de  crecimiento hematopoyético, antibióticos puede ser efectivo para determinados  pacientes durante un cierto periodo de tiempo. Sin embargo, el trasplante de  médula ósea, idealmente a partir de donantes familiares HLA idénticos,  constituye el tratamiento de elección para pacientes AF.
1. Terapia con  andrógenos
Entre el 50 y el  75% de los pacientes AF responden a un grupo de fármacos  conocidos como  andrógenos. Los andrógenos son hormonas masculinas que con frecuencia  estimulan la producción de uno o más tipos de células sanguíneas durante largos  periodos de tiempo.
Los andrógenos son  más efectivos para aumentar el número de glóbulos rojos. Con frecuencia aumentan  también la producción de plaquetas. Sólo en algunos pacientes se produce también  un incremento de los glóbulos blancos como consecuencia de la administración de  andrógenos. Los andrógenos prolongan la vida de muchos pacientes AF, pero una  gran parte de los pacientes pueden dejar de responder a los mismos a partir de  un determinado momento.
No se sabe  exactamente qué andrógenos funcionan mejor y porqué no tienen éxito con todos  los pacientes AF. Los andrógenos pueden ocasionar serios efectos secundarios,  que con frecuencia disminuyen o desaparecen si la dosis se reduce de forma  significativa. Pueden causar enfermedad del hígado y efectos de masculinización.  El uso de estos fármacos, las dosis, las pruebas de seguimiento y los riesgos  deben ser discutidos con su médico y otros expertos.
2. Factores de  crecimiento hematopoyético
En los últimos  años los científicos han identificado y manufacturado sustancias conocidas como factores de crecimiento hematopoyéticos. Estos factores (que ya están  presentes en el cuerpo normal) estimulan la producción de células del sistema  sanguíneo.
3. Trasplante de médula ósea
Un transplante de  médula ósea exitoso puede corregir los problemas relacionados con el sistema  sanguíneo (anemia, neutropenia, trombocitopenia, mielodisplasia y leucemia), que  son los más severos y los que aparecen a más corta edad en los pacientes AF. Los  problemas relacionados con la predisposición de estos pacientes a sufrir tumores  en otros sistemas del organismo no se solucionan directamente con el trasplante  de médula.
Antes del  transplante, la médula ósea y el sistema inmune del paciente deben ser  destruidos para permitir que la médula nueva y saludable crezca en el paciente.  Para ello, el paciente recibe un tratamiento agresivo con agentes citotóxicos.  Los tejidos de los pacientes AF tienden a ser muy sensibles a la radiación y a  los fármacos que se usan para el acondicionamiento de paciente ante el  trasplante, por lo que en los pacientes diagnosticados de AF, estos tratamientos  son menos agresivos a los utilizados para el trasplante de otros enfermos.
En los trasplantes  hematológicos se producen dos posibles tipos de rechazo. Como en el resto de los  trasplantes, el tejido trasplantado se puede rechazar cuando los linfocitos del  paciente atacan las nuevas células de médula ósea trasplantadas, impidiendo su  injerto en el paciente. Además, en esta modalidad de trasplante se produce lo  que se conoce como Enfermedad del Injerto Contra el Huésped (EICH) que aparece  cuando los linfocitos  T trasplantados del donante reconocen las células del  paciente como extrañas y las atacan. Si este ataque no es fuerte, se pueden  producir síntomas tales como erupciones cutáneas. Si es fuerte, los síntomas  incluyen fallo múltiple de órganos y posiblemente la muerte. Algunos centros de  transplante retiran las células T del inóculo antes del transplante (un proceso  llamado “depleción de células T”). Esto reduce bastante el riesgo de EICH,  aunque aumenta las posibilidades de que el inóculo trasplantado no injerte en el  enfermo.
Los centros de  transplante han comenzado recientemente a usar un nuevo fármaco, Fludarabina,  para suprimir el sistema inmune del paciente. Los resultados recientes sugieren  que esta droga reduce considerablemente los riesgos de rechazo, aumentando con  ello la supervivencia post-trasplante.
El pronóstico para  un transplante es mejor para pacientes jóvenes, en buenas condiciones clínicas,  que hayan tenido pocas transfusiones o ninguna. Asimismo, el trasplante a partir  de un donante emparentado aumenta la posibilidad de un transplante exitoso.  Condiciones como la mielodisplasia o la leucemia requieren una preparación más  agresiva para el transplante, y disminuyen las posibilidades de éxito.
1.      Hermano  donante compatible 
Las posibilidades  de que otro hijo de la familia sea histocompatible con un hermano son  aproximadamente del 25%. Los expertos están de acuerdo en que el grado de histocompatibilidad de los  hermanos debe saberse lo antes posible después de diagnosticar AF en uno de  ellos. Las posibilidades de que otro hermano tenga AF son también del 25%. Por  ello es esencial realizar el diagnóstico de los hermanos para estar seguros de  que no tienen AF.
Muchos expertos en  transplante creen ahora que si el enfermo tiene un hermano histocompatible, se  debería realizar el transplante antes de iniciar terapia de andrógenos, y  preferiblemente antes de que al paciente se le hayan practicado demasiadas  transfusiones.
2.       Transplantes de cordón umbilical
Recientes  experimentos exitosos en Europa y Estados Unidos han demostrado que la sangre  del cordón umbilical de un recién nacido puede ser una fuente eficaz de células  para transplantar a un hermano compatible que tiene AF. Existen pruebas para  determinar si el nonato está afectado de AF y  si es compatible con el enfermo.  La sangre del cordón puede ser congelada para su uso en el momento deseado.
3.       Transplantes de donantes alternativos
Centros de  transplantes de Europa y de Estados Unidos han realizado transplantes de médula  AF usando donantes no emparentados. Hasta hace poco, los resultados eran muy  decepcionantes, pero los nuevos métodos de trasplante y los nuevos fármacos de  acondicionamiento están incrementando el éxito de estos trasplantes de manera  significativa.
El trasplante de  pacientes AF a partir de donantes no emparentados es significativamente más  complicado que el trasplante a partir de donantes emparentados histocompatibles.  Por ello, si usted está considerando la posibilidad de que un familiar suyo sea  trasplantado a partir de este tipo de donantes debe consultar detenidamente con  médicos expertos sobre los recientes resultados. Un donante compatible no  emparentado puede tardar meses en encontrarse. Por lo tanto, si usted, su  médico, o un centro de transplante desea considerar un transplante no  emparentado, el momento ideal para comenzar la búsqueda es antes de que se  produzca una crisis clínica que requiera este tratamiento.
Los expertos no  están siempre de acuerdo sobre el momento de hacer el trasplante. Deben ser  considerados muchos factores, incluido el tipo de donante disponible, la  progresión de la enfermedad del paciente, etc. 
4. Genes AF  y Terapia GénicaLas investigaciones sobre AF han puesto de manifiesto que aunque los pacientes AF tienen mucho en común clínicamente, existen al menos ocho genes que pueden ser los responsables de la misma enfermedad, definiendo así ocho grupos de complementación diferentes. Actualmente se está investigando cómo interactúan las proteínas codificadas por los genes AF. Se espera que pronto se pueda comprender cómo un defecto en alguna de estas proteínas da lugar a los variados síntomas de AF.
Para que un individuo esté afectado, tanto su padre como su madre han de tener un defecto en el mismo gen. Existe un 25% de probabilidades de que un hijo esté afectado por la enfermedad si sus padres portan el mismo gen defectuoso. Por otra parte, existe un 50% de probabilidades de que sea “portador”, sin tener ningún síntoma de la enfermedad. Y un 25% de probabilidades de que ni sea portador ni tenga la enfermedad.
¿Qué relación tienen los genes, los cromosomas y las células humanas?
Trillones de células componen el cuerpo humano. En cada una de esas células, 23 pares de cromosomas heredados contienen decenas de miles de genes. Los genes constituyen las estructuras básicas del DNA que codifican las diferentes proteínas. Estas proteínas ayudan a determinar el aspecto de nuestros cuerpos y nuestro comportamiento de por vida.
¿Sabemos porqué los genes AF son defectuosos?
Cuando un gen AF es defectuoso, las células dejan de producir una proteína vital necesaria para el normal funcionamiento celular. El papel exacto de las proteínas AF no se conoce todavía, aunque se tienen evidencias probadas de que participan en procesos críticos de la célula, tales como la reparación del DNA, o el control del crecimiento celular.
Ocho genes AF han sido ya caracterizados (para los grupos de complementación A, C, D1, D2, E, F, G, L). Muchos laboratorios están estudiando la función de las proteínas que codifican estos genes, así como las posibilidades de transferir genes AF sanos en las células de los pacientes AF. Las mutaciones en el gen A se producen en el 65% de los casos, en el gen C en el 15% y en el gen G en alrededor del 10% de los casos, pero estos porcentajes varían según la población.
¿Cuál es la  situación de la terapia génica para AF?
Las  investigaciones de la terapia génica deben resolver al menos dos problemas  importantes:
a)      ¿Cómo se  puede introducir una copia funcional del gen AF que se necesita en el tipo  adecuado de células (generalmente células madre hematopoyéticas)?
b)      ¿Pueden las  células que contienen el gen corregido producir de manera estable en el tiempo  las cantidades adecuadas de proteína funcional?
En la actualidad  no existen respuestas definitivas a estas importantes preguntas. Aunque la  terapia génica no resulte exitosa de manera inminente, ya que los genes AF se  están descubriendo en estos años, y las técnicas de transferencia genética se  están implantando en la actualidad- muy probablemente está será una terapia  efectiva en un futuro no muy lejano. Por otra parte, los nuevos descubrimientos  están ayudando a comprender la función de las proteínas AF, lo cual está  facilitando el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas y de trasplante para  los pacientes AF.
http://www.asoc-anemiafanconi.es/
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